Ciberseguridad

La ciberseguridad es la práctica de proteger la información, sistemas y aplicaciones de actividades digitales maliciosas internas o externas. En la medida de que la tecnología y la información cobran mayor relevancia, los riesgos informáticos a los que esta se expone aumentan de manera proporcional, convirtiéndose en un factor crítico que impacta directamente en la continuidad de la organización.

La ciberseguridad en sí misma es el acto de proteger la identidad digital de individuos y organizaciones, por ello no posee desventajas. El mito más común se asocia a la disminución de la productividad al implementar altos estándares de ciberseguridad. Sin embargo, una variación en términos de productividad radica principalmente en la adecuada administración y gestión de las herramientas de protección y, por el contrario, las mismas contribuyen en la optimización del tiempo y de los recursos, entre otros beneficios.

La seguridad informática envuelve todos los ámbitos de la información almacenada en un sistema informático. Se encarga de gestionar los riesgos asociados al uso, procesamiento, almacenamiento y transmisión de información o datos. Por otro lado, la ciberseguridad, que hace parte de la seguridad de la información, tiene a cargo defender la información digital usando herramientas tecnológicas o prácticas ofensivas: las computadoras, servidores, dispositivos móviles, los sistemas electrónicos, las redes y los datos, de ataques maliciosos llevados a cabo por cibercriminales.

La ciberseguridad protege el activo más valioso de cualquier organización, la información. Sin dejar de mencionar, las mejoras que supone en términos de productividad y en la gestión del riesgo reputacional.

La adopción de la ciberseguridad en las empresas permite encontrar las brechas de seguridad para actuar de manera oportuna, ágil y eficiente ante algún tipo de ataque cibernético o vulneración de información. Partiendo de allí, se pueden crear medidas estratégicas y planes de mitigación, los cuales generen tranquilidad tanto a la organización como a las partes interesadas: socios, colaboradores, aliados y clientes.