La ciberseguridad también es un cuento

La ciberseguridad también es un cuento

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email

¿Cómo se puede explicar a un niño los riesgos que conllevan las nuevas tecnologías sin prohibirles usarlas ni tampoco transmitirles cierto miedo hacia ellas? ¿Cómo se les previene sobre un posible caso de phishing o bullying? ¿Y cómo se hace todo esto con un lenguaje que entiendan los niños de 5 o 6 años? Todas estas preguntas son las que se hacía Francisco Pérez Bes, secretario general del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) y padre de dos niños de esa misma edad.

«Quería hacer un enlace entre el trabajo y mis hijos, para saber cómo hablar estos asuntos con ellos», explica Pérez Bes, que se puso manos a la obra con las ideas que ya tenía. Así surgió ‘Cuentos de ciberseguridad’, un libro para los más pequeños con multitud de ilustraciones que se presenta este martes, a las 19:00 horas, en la Fundación Sierra Pambley.

Esta iniciativa trata de explicar por tanto «mediante fábulas» todos los problemas a los que se puede enfrentar un niño cada vez que tiene entre sus manos un móvil o una tablet. Porque Pérez Bes asegura que las nuevas tecnologías no pueden generar «miedo» en los más pequeños, sino que deben aprender a manejarlas con los padres, que evidentemente «no pueden estar todo el día detrás de ellos».

Surge así la idea de enseñarles a detectar «las amenazas» mediante historias en las que los personajes se enfrentan a un problema, «reflexionan sobre él, piden ayuda y luego hay un desenlace final». Pérez Bes asegura que son «historias felices», en las que el protagonista sale airoso. Como Pedro, que ahorró dinero para comprarse una bicicleta pero justo cuando la iba a adquirir, otra persona le ofrecía la misma por la mitad de precio… O Paula, a la que un cuervo le insistía en preguntar decenas de veces por sus datos personales, y menos mal que dio un apellido falso… O Edu, que se recuperó a tiempo de un virus porque supo cuidarse, no como su hermano Jaime, que se lo contagió a todos sus amigos por no hacer bien las cosas… Incluso Daniel, que llevaba sus fotos en una caja sin llave y hasta que sus padres no le dieron una, estaban en peligro.

Son historias que pretenden lanzar un mensaje y que sirven como «herramienta a los padres». La idea de Pérez Bes es que se pueda leer este cuento a los niños para que vayan entendiendo claramente qué supone las ofertas falsas de venta en internet, los peligros de dar los datos personales a cualquiera, no controlar la seguridad básica de un dispositivo para evitar los virus o la necesidad de las contraseñas para que se eviten robos y ataques.

«Es una excusa para que haya este diálogo, que se pueda leer el cuento antes de que se vayan a dormir, cuando más tranquilos están», apunta Pérez Bes, que reconoce que esta idea surgió después de encontrar «un vacío» en este tipo de publicaciones, puesto que hay videojuegos y otros materiales, incluso libros, pero siempre pensando en niños más mayores o adolescentes, nunca para los más pequeños, en unas edades en las que comienzan a utilizar los dispositivos de los padres aunque solo sea para jugar con ellos. «Así sabrán qué hacer cuando se encuentren un problema».

 

 

 

 

 


Fuente: El Economista.

Otros artículos para leer

Otros artículos para leer